¿Cómo crecerá nuestra próxima generación?
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Hoy vivimos uno de los momentos de cambio más acelerado de la historia. Hay quienes sienten pesimismo ante la IA —por el miedo a perder trabajos— y otros que son optimistas y creen que abrirá nuevas oportunidades.
La verdad es que nadie sabe con certeza qué viene. Lo único seguro es que mañana será diferente. La tecnología avanza tan rápido que es difícil seguirle el ritmo. Un modelo nuevo nos sorprende… y días después ya existe uno mejor.
Eso nos plantea una pregunta clave:
¿Qué habilidades debemos aprender para seguir aportando valor en un mundo donde la IA hace casi todo más rápido y más barato?
De los cassettes a la inmediatez total
Recuerdo cuando grabábamos canciones del radio en cassettes o íbamos a una tienda de videos a alquilar una película. Las bibliotecas eran nuestros buscadores. Para resolver un problema había que leer horas antes de poder probar una solución en la computadora.
Los jóvenes de hoy nunca han usado un teléfono público, rebobinado un VHS o buscado películas en un estante. Todo lo tienen al instante.
Y ahora… la IA
Pienso en los niños que recién nacen en esta época.
Ellos no van a pasar dos horas haciendo una presentación; le pedirán a una IA un borrador y lo tendrán en minutos.
Hay herramientas que investigan por nosotros, leen artículos, analizan información y hasta generan referencias automáticamente (una tarea que muchos siempre odiamos).
Con los nuevos modelos podemos automatizar casi todo.
Eso es increíble, pero también intimidante.
Aquí es donde chocan el optimismo y el pesimismo.
¿Qué sigue?
No sabemos exactamente cómo será el futuro, pero nuestra nueva generación crecerá en un mundo donde:
- El conocimiento es instantáneo
- La creatividad se multiplica
- La productividad se dispara
- Aprender nunca ha sido tan accesible
La pregunta no es si la IA cambiará el mundo.
La pregunta es: ¿cómo nos preparamos —y preparamos a nuestros hijos— para prosperar en él?
