Los Pagos con Tarjetas nos Están Quitando Nuestro Poder Adquisitivo

Dinero digital: ¿progreso o pérdida de libertad? Un análisis crítico de la era financiera actual

Todos los cambios que experimentamos en nuestra sociedad son resultado de nuestras propias decisiones, incluso cuando estas terminan afectándonos. Este es el caso de los pagos con tarjetas, que sin darnos cuenta, reducen nuestro poder adquisitivo día a día.

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Ejemplo: El Valor del Dinero en Efectivo

Imaginemos un escenario donde cuatro personas realizan transacciones con dinero en efectivo. Cada una ofrece productos o servicios con un valor de $20 por hora:

1. La persona 1 compra pan a la persona 2 por $20 y paga en efectivo. La persona 2 recibe el billete íntegro.
2. La persona 2 utiliza ese billete para pagarle a la persona 3 una hora de mantenimiento para sus hornos, cuyo valor es también de $20.
3. La persona 3 compra un libro a la persona 4 por $20, entregando el mismo billete.

En este ejemplo, el billete de $20 conserva su valor a lo largo de las transacciones. El poder adquisitivo permanece intacto y se mantiene en circulación.

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¿Qué Pasa con las Tarjetas de Crédito o Débito?

Ahora, veamos cómo cambia el escenario al utilizar tarjetas de crédito o débito. Supongamos que el costo de transacción es del 13% por operación:

1. La persona 1 paga $20 a la persona 2, pero el banco retiene $2.60 como comisión. La persona 2 recibe solo $17.40.
2. La persona 2 intenta pagar los $20 a la persona 3, pero debe buscar los $2.60 restantes para cubrir el costo. Tras la transacción, la persona 3 recibe solo $17.40 después de que el banco tome su comisión.
3. La persona 3 paga los $20 a la persona 4, pero nuevamente el banco retiene $2.60, dejando a la persona 4 con menos dinero.

Al final de estas transacciones, el sistema ha drenado $7.80 del mercado. Este valor ha sido transferido al banco, reduciendo el poder adquisitivo de las personas.

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El Mito de la Seguridad en los Pagos Electrónicos

Durante años, se nos ha convencido de que las tarjetas son más seguras que el efectivo debido al riesgo de robos. Sin embargo, los ciberataques y fraudes bancarios son cada vez más comunes, y muchas veces los bancos no se hacen responsables de las pérdidas. Esto deja al usuario sin garantía real de que su dinero está protegido.

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Conclusión

El uso del efectivo permite que el valor del dinero se mantenga intacto y circule sin pérdidas innecesarias. Aunque la tecnología ha mejorado nuestra comodidad, es importante reflexionar sobre los costos ocultos que estas soluciones imponen en nuestra economía diaria. A veces, lo más simple es también lo más valioso.

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